Hablar de The Copy Violators era esgrimir una rueda de la fortuna con hip hop, IDM, glitch picante, dance hall, dub pantanoso y ritmos tecnificados para quedar en vela cualquier madrugada.
Ro y E.mc, culpables directos de este proyecto, dieron forma a incontables fiestas y noches de aquelarre en lugares variopintos y hoy extintos de la faz de Guadalajara: del lustroso Rusty Trombone al hipnótico Brócoli, pasando por el Rendez-Vous Café, el Animé Bar, la Casa Libertad, el FBolko, la Mansión Magnolia, el Disco Club Over Twenty y hasta esas bonitas fiestas de lámparas y diseños industriales llamada Expo Luz en plena Barranca de Huentitán y organizadas por el Cubo3. Además, sus remixes siempre fueron todo un goce sonoro e irreverencia rítmica. Baste el ejemplo de la canción «Short Dick Man» de Gillette, para no irnos tan lejos, o la manera descarada de reinterpretar temas de bandas como Maniquí Lázer. Además, este dueto dio vida a otros proyectos como Bandido (que editó su primer EP El Retén bajo el sello Abolipop) porque sus dos integrantes nunca querían estar estáticos.